Por André Santos E.
Abogado, profesor de Derecho Internacional, Presidente del Movimiento FIRMES
El Ecuador vive tiempos en que la acción política se mide por su impacto psicológico, no solo por sus resultados estructurales. Y, en política, no basta con que algo sea bueno en apariencia. Hay que preguntarse cuándo, por qué y para qué ocurre. Porque en el ejercicio del poder, el timing —el momento preciso de una acción— no siempre es fruto del azar. A veces se convierte en una herramienta legítima de gobernabilidad, pero también en un instrumento sofisticado de comunicación emocional. A esto, en el análisis político, lo denominamos: timing político como tecnología de poder.
La reciente recaptura de alias “Fito”, uno de los criminales más buscados del país, ha generado un impacto positivo y necesario en el ánimo colectivo. Es una acción que devuelve confianza, transmite control y permite que muchos ciudadanos sientan que la justicia comienza a imponerse sobre el caos. Desde FIRMES, reconocemos con claridad: la captura de criminales peligrosos es siempre una buena noticia para la Nación.
Sin embargo, como ciudadanos conscientes y como movimiento político con vocación nacional, también creemos que es saludable preguntarse: ¿El pueblo ecuatoriano está siendo sometido a una forma de ingeniería emocional secuenciada, donde el shock y el alivio son controlados desde el poder?
I. Ecuador y el ciclo de conmoción-respuesta
A inicios de 2024, la fuga de Fito y la posterior ola de violencia marcaron un antes y un después. La toma de TC Televisión, la declaración del conflicto armado interno, y la percepción de un Estado que respondió con firmeza, consolidaron un nuevo imaginario de liderazgo político. Más tarde, la captura de Jorge Glas dentro de una embajada extranjera volvió a generar un hito simbólico de autoridad, aunque también abrió debates sobre diplomacia y derecho internacional.
Hoy detectamos un patrón repetitivo, tras la reciente fuga de alias “Fede”, volvemos a ver una respuesta contundente del gobierno con la recaptura de Fito, acompañada de nuevas leyes que fortalecen al Estado:
- La Ley de Inteligencia,La Ley de Solidaridad,
- Y la Ley de Integridad Pública.
Estas herramientas legales pueden convertirse en instrumentos eficaces para mejorar la seguridad interna y restaurar el orden nacional. Pero también configuran un entorno en el que el uso del impacto mediático se vuelve determinante para mantener la conexión emocional entre el gobierno y el ciudadano.
II. Gobernar en medio del shock: riesgos y posibilidades
No hay duda: el pueblo ecuatoriano necesita autoridad, justicia y paz. Pero en tiempos como estos, donde la emoción predomina sobre la reflexión, es importante cuidar el equilibrio entre el ejercicio legítimo del poder y la estabilidad institucional a largo plazo.
¿El pueblo ecuatoriano está siendo sometido a una forma de ingeniería emocional secuenciada, donde el shock y el alivio son controlados desde el poder?
- Esta forma de gobernar responde a lo que los expertos llaman “gobierno por conmoción”.
- El régimen no gobierna con doctrina ni con institucionalidad, sino con eventos espectaculares que conmueven y liberan adrenalina popular.
- Este modelo mantiene alta la popularidad, desactiva la crítica, y desplaza los debates más profundos (educación, empleo, civilización, valores).
Esta dinámica no es, per se, negativa; puede ser útil en momentos críticos. Pero debe estar siempre subordinada a un proyecto más grande: la construcción de una verdadera cultura de legalidad, la restauración del orden y el amor a la Patria, y no solo a la búsqueda de popularidad.
III. La estrategia detrás del silencio
Muchos de los críticos del gobierno —ya sea desde la oposición política, los sectores académicos o el correísmo— han caído en una trampa discursiva. Mientras se concentran en atacar el endurecimiento de penas o en cuestionar la narrativa de firmeza, se desconectan del sentir popular, que exige con fuerza el exterminio del enemigo criminal, no su contención tecnocrática.
Esta desconexión provoca una realineación de fuerzas. Le están sirviendo al Presidente el país en bandeja de plata, permitiéndole consolidar una narrativa poderosa: la del ciudadano común contra la vieja clase política.
En esa línea, cabe una predicción: ¿Acaso Noboa guarda un as bajo la manga? ¿Está conteniendo su discurso de forma deliberada, esperando la hora cero para lanzar un megaoperativo nacional que redefina el mapa político del país, procesando masivamente a cientos o miles de actores delictivos?
Todo indica que sí. Y en ese escenario, el silencio del Presidente no es debilidad, sino estrategia. Está provocando, sutilmente, que sus adversarios lo ataquen desde una narrativa prodelincuente. Y muchos —sin darse cuenta— están cayendo como moscas en la trampa.
IV. El papel de FIRMES: ni ceguera oficialista ni crítica estéril
El Movimiento FIRMES ha optado por la estrategia más inteligente: ni oposición extrema ni adulación ciega. Ha decidido ejercer una crítica responsable donde corresponde, pero también abanderar con mayor fuerza que el propio gobierno las causas que realmente importan al pueblo, como la mano dura contra el crimen y la lucha contra la narcocultura.
Mientras otros actores políticos —incluso desde la centro-derecha— caen en la trampa discursiva del correísmo, alineándose con narrativas tecnocráticas prodelincuentes y a favor de adolescentes sicarios, FIRMES mantiene la línea clara. Quienes se han dejado llevar por el resentimiento personal, hoy pagan el costo político de su desconexión con el sentir popular.
FIRMES no reacciona; lidera. No sigue la agenda; la marca. Ha sido pionero en denunciar el caos, exigir orden y señalar el rumbo con acciones concretas y públicas. Por eso, en este momento histórico, no es un simple observador ni un opositor más: estamos llamados desde la sociedad civil a impulsar la reconfiguración del país y a ser una fuerza que guía al despertar de la nación.
FIRMES no juega en las pequeñas venganzas ni en los cálculos coyunturales. Nosotros jugamos a lo grande: a crear una Civilización, a defender la Patria y a cambiar la Historia. Por eso estamos construyendo un liderazgo distinto, que no se define por lo que ataca, sino por lo que propone, lo que guía y lo que enciende. Porque en momentos decisivos, los pueblos no siguen a los que gritan más fuerte, sino a los que tienen más claro el rumbo.
Y ese rumbo —con humildad, pero con determinación— lo estamos marcando nosotros.
Felicidades a FIRMES por este artículo, que también hace gala de un timing ideal, pues, entre las críticas del correísmo y las flores que tiran los pautados, el público siempre necesitará un criterio independiente.
Estoy de acuerdo en que la captura de Fito es solo la punta del iceberg, y el análisis sobre cómo el gobierno utiliza el timing político para manipular la opinión pública es brillante. Es crucial que sigamos exponiendo estas estrategias y exigiendo acciones concretas, no solo palabras. Me alegra ver que FIRMES se posiciona como una fuerza equilibrada, que no cae en la oposición radical ni en el apoyo ciego. Eso es lo que necesitamos: un análisis objetivo y constructivo.
¡Sigan firmes en su postura! Su voz es necesaria para que el país reconozca que las cosas buenas se hacen por la derecha.
Muchas gracias por tu comentario, desde FIRMES continuaremos trabajando enfocados en un claro objetivo: rescatar al Ecuador de las manos de sus enemigos y convertirlo en el país próspero y pacífico que todos merecemos, siguiendo siempre nuestra línea ideológica de valores y principios irrenunciables, apoyando lo bueno, combatiendo lo malo y siempre haciendo las cosas por la derecha 😉 😉