Vendiendo la Soberanía
Mientras EEUU, en la década de los 80, bajo una política económica de libre competencia y liderando el mercado mundial, trasladaba su mano de obra de toda su industria a China –sin darse cuenta que, a partir de tal decisión, comenzaba su proceso de desindustrialización– surgía en Ecuador, la figura de un presidente electo Jaime Roldós Aguilera quién auguraba un destino diferente a las pretensiones de las compañías petroleras extranjeras afincadas en el país. Roldós, era un presidente que había logrado entender la situación geopolítica que enfrentaba Ecuador ante el mundo y como los recursos naturales del país eran apetecidos por las potencias extranjeras, buscando éstos, el dominio de asentamiento y extraer-a sus intereses -la mayor cantidad de petróleo.
La posición de Roldós fue radical y advirtió a las compañías petroleras extranjeras que todos sus programas deberían ser destinados a que se concreten como proyectos de utilidad para el pueblo ecuatoriano o serían expulsados. Cuestionada y sorpresivamente, un 24 de mayo de 1981 murió en un accidente aéreo al caer su helicóptero en el que viajaba. Su vicepresidente, Oswaldo Hurtado asumió la presidencia, aplicando medidas opuestas a las pretendidas por Roldós, reabriendo así, un programa de perforaciones a cargo de Texaco y otras empresas petroleras en el Golfo de Guayaquil y en la cuenca amazónica.
Hoy por hoy, luego de casi 50 años del boom petrolero, Estados Unidos sigue siendo el principal mercado para las exportaciones del crudo de Ecuador, siendo allá empleado en los diversos sectores de la industria, tales como la petroquímica, transporte, lubricantes, energía, tecnología etc aportando para que EEUU sea considerado un fuerte jugador en el tablero mundial geopolítico. Caso contrario sucede con nuestros gobernantes, que no han tenido la iniciativa de aplicar políticas de estado y emprender un desarrollo industrial a partir de este extraordinario recurso natural y se dan por bien servido con la simple extracción y exportación en estado primario del crudo ecuatoriano.
Por otro lado, a inicios de mayo del 2024 entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio entre Ecuador y China que permite el intercambio libre de aranceles de un sinnúmero de mercancías. Sin embargo Ecuador, por el anhelo en acceder a productos chinos libre de impuestos, parece no haberse percatado sobre la protección a la frágil industrial nacional existente que es necesaria para fortalecer la economía de cualquier país. Por ejemplo, la industria del aluminio nacional que solicitó al Estado, a través de una normativa, disponer un ajuste de arancel mixto a las importaciones de ciertas manufacturas de aluminio como medida comercial para contrarrestar el mal desempeño de dicho sector, actualmente no puede protegerse por lo acordado en dicho Tratado viéndose perjudicado a futuro por la irrupción desmedida de producto chino mermando así el crecimiento de la industria del aluminio ecuatoriano.
Actualmente, existen reservas minerales en gran escala como el oro, plata, cobre, plomo, zinc, molibdeno, hierro y titanio. Su explotación actual no llega al 8% y la mayoría encargadas de la exploración, sustracción y extracción son empresas extranjeras como son Lundin Gold con oficinas centrales en Vancouver Canadá; SolGold, oficinas centrales en Australia y filial de SolGold Canadá; Lumina Gold con oficinas centrales en Vancouver Canadá; Dundee Precious Metal con oficinas centrales en Toronto, Canadá; Aurelian Ecuador (filial de Lundin Gold); Shaya Ecuador (filial de la multinacional Schlumberger Limited de Francia); Andes Petroleum (Filial de CNPC China); CNPC (China Southern Petroleum Exploration and development Corporation); Halliburton (empresa Estadounidense).
Hoy, a inicios del 2025, Ecuador está por cerrar un nuevo Tratado libre comercio, pero ahora con Canadá. Se conoce que cursan la décimo quinta mesa de negociación siendo desconocido las condiciones que se pretenden acordar con respecto a las negociaciones con los recursos minerales. Ecuador debería considerar cual será la afectación del país si son libremente extraídos los minerales y exportados en estado primario, no sin antes haber impuesto limitaciones a las empresas extranjeras. Se requiere de una verdadera política de estado que genere protección de los recursos minerales ecuatorianos, y decisión para iniciar una naciente industria con respecto al cobre y otros minerales que actualmente están siendo utilizados en diferentes sectores pero, en especial, en el sector tecnológico con una alta demanda a nivel mundial. Ecuador, puede tener la oportunidad de convertirse en un verdadero polo desarrollo industrial destacándose en la fabricación de suministros para la industria tecnológica, automotriz, farmacéutica y otros. Pero para ello, se necesita pensar a largo plazo. Una política no menos de 20 años, donde exista un impulso estatal y se recluten técnicos especializados de otros países que ya hayan desarrollado tecnología e instaurar un programa de imitación de conocimientos para que, técnicos locales adquieran dichas habilidades y luego, sean reproducidos a nivel operativo pero también académico y, de esta forma, generar un cambio de dirección con respecto al fortalecimiento de la industria ecuatoriana.
Las industrias -como polo de desarrollo en toda nación- emergen de similar manera al ciclo de crecimiento de un bebé. En una primera etapa, en la infancia-como en la adolescencia-, dependerán de una figura parental para alimentarse y, por ende, desarrollarse. Por lo que, es a través de ese impulso parental, que ese bebé o adolescente recibirá una estimulación para lograr su desarrollo y fortalecimiento tanto desde la parte física como la psíquica para que, al llegar a la mayoría de edad, puedan emanciparse de sus padres y tener la preparación necesaria para enfrentar los designios de la vida.
De igual forma debe ser el crecimiento de la industria en Ecuador para lograr una sostenibilidad económica y un fortalecimiento nacional. En una primera etapa, necesariamente debe existir un impulso estatal (no estatismo) a través de una política de estado a largo plazo para fomentar el desarrollo de la industria local y, luego de alcanzar un nivel óptimo de productividad y posicionamiento geopolítico, migrar y ceder la posta al sector privado para que continúe con el ciclo productivo instaurado.
Los próximos gobernantes pueden cambiar de rumbo al Ecuador si optan por proteger la soberanía del país en intereses económicos y geopolíticos. Para promulgar una política de “libre comercio” se debe primero pensar en fortalecer la etapa embrionaria de crecimiento de la industria naciente con medidas proteccionistas para luego pensar en apertura de mercado cuando se haya alcanzado el nivel de actor geopolítico principal dado por la industria que permitirá negociar las reglas de juego internacionales. Lo estamos viendo hoy en EEUU con Trump reculando las desacertadas decisiones de los años 80 al retomar las políticas proteccionistas que le permitirá nuevamente al país del norte, recuperar su poder soberano a través del fortalecimiento de una industria que fue desprotegida en las últimas décadas.

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