Opinión

Los niños imitan lo que ven

Los niños imitan lo que ven

Mientras que Donald Trump, recientemente electo presidente en EEUU, declaró que la política oficial en su gobierno será el reconocer como existentes únicamente los dos sexos, esto es, masculino y femenino, a fin de erradicar la agenda woke, incluyendo la ideología de género; en Ecuador, la Corte Constitucional dictaminó una sentencia dentro del caso Salinas[1] donde ha ordenado implementar a todos los centros educativos un protocolo de “guía de orientación trans” para todo menor de edad por una supuesta discriminación a un niño de 5 años al que no le fue permitido ingresar al baño de niñas debido a su autopercepción.[2]

Por otro lado, se conoce que la Corte Constitucional tiene ya redactada la sentencia de otro caso denominado “Amada”[3] , y que estaría por emitirse con un pronunciamiento para que los menores de edad puedan cambiar su sexo en la cédula de identidad.

Lo más inaudito en estos dos casos, en que los jueces constitucionales de Ecuador hayan legislado en contra de la ley natural. Tanto Cicerón como Tomás de Aquino afirmaban que la dependencia de la ley natural, otorga a las leyes humanas, su verdadera legitimidad.

En el derecho romano, los infantes eran considerados incapaces de expresar un pensamiento razonable y, no teniendo capacidad alguna de juicio, no podían manifestar ninguna voluntad consciente. De igual forma es en nuestra legislación actual. Los niños de 5 años se encuentran en un ciclo de formación en lo físico, en lo intelectual y en lo moral, bajo la responsabilidad de los padres. Por tanto, su capacidad de aprendizaje en cada una de estas áreas estará dada por lo que le captan en su entorno familiar, sobre todo a través de un proceso de imitación de lo que ven en el comportamiento de sus padres. Es decir, su modelo de formación, serán sus padres. En primera instancia, por tanto, todo comportamiento que adopte el niño estará en relación con lo que perciben o no percibe (por ejemplo, si no ven orden en su casa, serán desordenados) a su alrededor hasta que llegue a una mayoría de edad y haber desarrollado una madurez física y psicológica que le permita tener un correcto discernimiento para la toma de decisiones en su vida.

Es evidente que los “padres” españoles, en el caso Salinas, tuvieron total influencia en él niño de marras para generar en él la confusión de identidad de sexo (género, según la ideología de género). Según estudios, la disforia de género[4] se puede presentar por factores endógenos (desde dentro de la persona) exógenos (desde fuera de la persona). El porcentaje de casos por factores endógenos[5] afecta a un 0.004 % de la población: 1 en 10.000, mientras que, los casos por factores exógenos son en la inmensa mayoría de los casos, producido por algún agente externo como el influjo de la moda, del internet, el ambiente familiar, social o escolar.[6]

Si el niño presentare una confusión de identidad, lo correcto primeramente sería evaluar su estado psicológico, para detectar que factores externos han impactado directamente en el desarrollo de la identidad del menor, y de ahí, partir con un diagnóstico que permita un tratamiento para afirmar la identidad biológica del niño, situación que nunca se dio en el proceso legal del caso Salinas. Si se da una confusión de su identidad sexual, el tratamiento siempre debe ser psicológico, espiritual y familiar; pero nunca corporal: hormonas bloqueadoras del desarrollo sexual, hormonas cruzadas; tratamiento quirúrgico: mastectomía en las mujeres, extirpación de los genitales en los varones, con prótesis de mamas para que tengan apariencia de mujer.

No es posible legislar para la mayoría partiendo de las excepciones. Si un niño se percibe (cree ser) piloto de carreras, dicha condición no da derecho a sus padres a exigir a las autoridades -y estos- ordenar bajo sentencia- la implementación de un carril adicional exclusivo para niños en las avenidas del país para que –bajo el pretexto del derecho a la igualdad y no discriminación-tengan la misma oportunidad de conducir que los adultos y peor, hacerlo a altas velocidades. De igual forma quieren hacer con la implementación del protocolo Trans en los centros educativos.

Definitivamente los padres tienen el derecho a educar a a sus hijos, y tienen el deber de dar a sus hijos una correcta educación física, intelectual y moral. Asimismo, los padres puede delegar (la educación)  a los maestros o preceptores; pero el gobierno no puede arrebatarles este derecho, porque lo han recibido de la ley natural por el hecho de haber generado sus vidas; derecho que es superior a toda autoridad humana y a todo gobierno. Por tanto, los deberes de los hijos se reducen al amor, obediencia, veneración y gratitud a sus padres.


[1] https://esacc.corteconstitucional.gob.ec/storage/api/v1/10_DWL_FL/eyJjYXJwZXRhIjoidHJhbWl0ZSIsInV1aWQiOiJlNzU4MzNkMC00M2M0LTQ0NGYtYTZiYi03YTYzNGUxMDJjZGUucGRmIn0=

[2] Es bueno saber que los padres de la “niña” eran españoles, que vistieron a al niño biológico adoptado, hicieron la demanda y por las mismas se marcharon de Ecuador con su “hija”… Típica manera de proceder los ideólogos de género: llevar un caso falso a lo tribunales para generar el problema que desean generar…

[3] https://www.extra.ec/noticia/actualidad/ninez-transgenero-ana-belen-cordero-presenta-amicus-curiae-corte-caso-amada-118958.html

[4] Disforía de Género: El Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) actualizado (2022) que identifican la disforia de género se manifiesta de diversas formas, «fuertes deseos» de ser tratado como el sexo opuesto  o deshacerse de las propias características sexuales

[5] Factores endógenos son los producidos por alguna manifestación anormal dentro de su organismo como alteraciones hormonales. Los casos son del 0,0004% de la población. Es decir 1 de cada 10.000 personas.

[6] “Un Daño Irreversible” Abigail Sheir.

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