Opinión, Recientes

Entre la justicia indígena y la narcojusticia

Por Ricardo Valero
Abogado, Máster en relaciones internacionales
Presidente Comisión Sectorial aduanas Cámara de Comercio de Guayaquil

Existe un denominador común que caracteriza lo que se ha instalado en el país como justicia indígena y narcojusticia: el secuestro y la expoliación. Pero, sobre todo, porque comparten una aspiración más profunda: la fragmentación del Ecuador.

Los caudillos indigenistas —vestidos con ponchos y alpargatas de origen español— claman por el reconocimiento de su identidad ancestral bajo nombres caucásicos, promoviendo reyertas y destrucción en los últimos 35 años y 11 gobiernos; mientras los narcodelincuentes usufructúan rentas a los ecuatorianos, disputando la soberanía económica del país a través del método extorsivo de vacunas, las cuales muchas veces derivan en asesinatos. Ambos grupos arruinan y desangran al país, protegidos nada más y nada menos que por la Corte Constitucional, institución que ha fallado a favor de los intereses del primer grupo, interpretando en sentencias el uso extensivo de la llamada justicia indígena, de la que estos caudillos se han servido para secuestrar hasta policías; y, por otro lado, ha protegido al segundo, obstaculizando la entrada en vigencia de leyes como la Ley de Solidaridad, que busca reformar la figura de la prisión preventiva como medida útil y eficaz para garantizar la comparecencia de los terroristas imputados en delitos relacionados con el conflicto armado.

El indigenismo, como ideología, se disfraza de lucha indígena para levantar una supuesta causa justa de pueblos originarios y ancestrales, amparándose en el fantasioso concepto ideológico de plurinacionalidad; término que indica una contradicción en sí mismo, pues la nación, por norma, es única, más allá de los pueblos o identidades que la conformen.[1] No puede existir una nación dentro de otra nación, así como tampoco una nacionalidad dentro de otra. Asombrosamente, nuestra Carta Magna de 2008 admite este concepto erróneo que, con seguridad, fue extraído de la idea del derecho de autodeterminación, de Lenin; y de la idea de Nación, de Stalin,[2] habiendo sido sus artífices y creadores los agentes de izquierda. Al mismo tiempo, se pretende desconocer 300 años de historia marcados por la presencia española que confirió una identidad política al indígena, entre otras prerrogativas. Lo ha rescatado de la barbarie y el salvajismo con la transcripción en papel de sus diferentes dialectos, preservando así su cultura de la desaparición, manteniendo sus tradiciones e identificándolo como ciudadano igual en derechos al español peninsular. No olvidemos que fueron los indígenas quienes defendieron la Monarquía Hispánica y la unidad de toda la Hispanidad, frente a los intentos de dividirla por vía de esa gran guerra civil mal llamada “independencia americana”.

Actualmente, observamos cómo en Hispanoamérica se sigue alimentando este proceso de fragmentación con diversos movimientos indigenistas que, en su mayoría, son impulsados y financiados por organismos internacionales, y funcionan con base en estructuras paramilitares. Como ejemplos, están la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), Weichán Auka Mapu, Comunidad Autónoma de Temucuicui y la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM). Las tres primeras, ubicadas en territorio chileno; y la última, en Argentina, con sede principal en Brístol, Reino Unido.[3] Todas estas han promovido diversos atentados incendiarios contra la propiedad privada, usurpación de tierras, cuatrerismo, robos, secuestros, amenazas, balaceras, sabotajes, ataques a Iglesias, cortes y destrozos de rutas/calles, llegando a tener vínculos con las FARC, el ETA, y relación con dictadores como Maduro y Chávez.[4]

Recordemos cómo en 2021 Evo Morales retornó a Bolivia para fundar una organización transnacional llamada RUNASUR, vinculada a las organizaciones más importantes del marxismo americano, como el Foro de São Paulo. También están la UNASUR (con sede en Quito), el Grupo de Puebla, etc. [5] En una de sus primeras intervenciones, Morales dijo que era preciso “refundar” los Estados iberoamericanos actuales, lograr la “autodeterminación de los pueblos indígenas” y “articular una América plurinacional”… Un llamado abierto a destruir las soberanías de las naciones americanas, desmembrándolas tanto cultural como territorialmente.[6]

Ecuador no es la excepción. Hay 14 etnias indígenas en el país que reivindican su nacionalidad, y más de 19 pueblos indígenas que están agrupados en la organización CONAIE.[7] Existen ONG internacionales y grupos separatistas extranjeros que promueven el financiamiento de movimientos indigenistas, sin que representen necesariamente a toda la comunidad indígena. Fue el caso de Fundación Pachamama (ya disuelta en diciembre de 2013 por el Ministerio del Ambiente), que recibía fondos de organismos como: The Pachamama Alliance, su organización hermana establecida en EE.UU.; Hivos, de Holanda; y Rainforest Foundation, de Noruega. En 2009, el separatista catalán José Luis Carod-Rovira donó un millón de euros a la comunidad Shuar “para promover las lenguas indígenas frente al español”.[8]

Ante el movimiento de las piezas en el tablero geopolítico mundial, donde los Estados-potencia se disputan el liderazgo mundial, se hace indispensable no dar un paso más hacia una lamentable microfragmentación de nuestro modesto Ecuador. Debemos más bien consolidar nuestra posición de Estado soberano y sumarnos al bloque hispanoamericano para la defensa y reinstauración de un orden civilizador.

FIRMES POR ECUADOR


[1] ITURRALDE, Cristián Rodrigo, Pueblos Imaginarios, El libro negro del indigenismo, p. 191

[2] ARMESILLA, Santiago, Lenin, Una crítica marxista al derecho de autodeterminación, 2024

[3] ITURRALDE, Cristián Rodrigo, Op. Cit., p. 231

[4] Ídem, Ibidem.

[5] Ib.

[6] Ib.

[7] Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador.

[8] Libertad Digital. 24/03/2009. Carod recibe duras críticas desde Ecuador por su visita y lo comparan con Hitler. Recuperado el 27/08/2025. → https://www.libertaddigital.com/sociedad/carod-recibe-duras-criticas-desde-ecuador-por-su-visita-y-lo-comparan-con-hitler-1276354371/

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